Erase una vez una persona que solo quería escribir, escribir lo que quería lo que amaba lo que siempre sabía hacer. Pero siempre en esta vida, hay personas que lastiman sin querer, muchas veces son llevadas por otros que nunca se han de hacer ver, desde luego.
Esa persona de golpe se vio frustrada, con tristeza, como diciendo, ¿por qué? por qué si yo no critico los escritos de otra gente, los respeto aunque quizás no me gusten.
Pronto comprendió cuando sus verdaderos amigos se lo hicieron ver que todo era producto quizás de la ignorancia de saber ser, de creer que el otro no tiene valor , muchos se acercaron a esa persona y le hicieron comprender que eran felices leyendo lo l suyo y que en ellos no albergaba ni la envidia ni nada que pudiese molertar al que escribía y una de esas personas dijo nunca olvides:
¡LADRAN SANCHO.. SEÑAL QUE CABALGAMOS!
Lo que escribes primero ha de gustarte a ti.
ResponderEliminarY luego, al hacerlo público, hallarás de todo en esta selva de humildad y prepotencia.
Bien es verdad que de la crítica algo se aprende, pero no de toda.
Un abrazo, Susana
Gracias amigo un beso!!
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