COMO EN UNA ORACION.

Mi ventana está abierta, nunca la he de cerrar que el aroma del mar y el olor de los pastos de las montañas bellas, a mi puedan llegar.
Mi ventana está abierta, lo lejano se acerca, lo que no puede ser será, la ilusión nunca muere y nunca morirá, por eso es que yo digo como en una oración mi ventana está abierta ....nunca la he de cerrar

OTRAS VIDAS

Marianela, vivía en una casa rodeada de bello jardín, la ventana de su cuarto daba justamente a ese jardín y ella pasaba largas horas mirando por esa ventana el vuelo de los pájaros que se llegaban a la fuente a beber el agua fresca, en un verano tórrido. Los árboles repletos de hojas verdes y lustrosas, daban algo de frescura , más Marianela dado su estado delicado de salud pocas veces salía a pasear por el jardin.

En la casona ese día había gran movimiento de sirventes que iban y venían tendiendo la gran mesa del inmenso comedor, sacando la vajilla y lustrándola antes de colocarla en la mesa. Ese día vendría a pedir la mano de Marianela Joaquín , joven hijo del pastor de la zona. Marianela y joaquín se habían conocido en la Iglesia y de allí había nacido el amor entre ellos.
Ahora en ese almuerzo se pondría la fecha de la boda. Todos sabían del amor que los jóvenes se profesaban, pero tambíen sabían de la delicada salud de Marianela.
Temían por ella, por si llegaba a ser madre y pudiese quizás quebratarle más su salud, pero no podían evitar la felicidad de ambos.

Ya casada Marianela fue felíz, intensamente felíz junto a Joaquín, pero fue corta su vida, lentamente su salud empeoró y apenas un año después su vida terminó.
Mientras transitaba el camino , habló con joaquín diciéndole que siempre estarian juntos y que supiera que en otra vida- que ella seguramente viviría- volverían a encontrarse- Murió en paz junto a su amado esposo que nunca olvidó esas palabras.
Los años pasaron , joaquín jamás volvió a contraer matrimonio, vivió una vida retirada, en paz hasta que falleción siendo muy anciano. Era el año 1894.
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Claudia se vistió con prisa , sería hoy su primera entrevista de trabajo y estaba muy nerviosa, peinó su cabello rubio rizado, pinto sus labios y delineó muy suavemente sus ojos.
Mirándose al espejo y sin estar demasiado conforme con su aspecto, tomó su bolso y casi corriendo salió de su departamento rumbo a esa entrevista.

Miguel estaba sentado en el escritorio, tarareando su canción preferida. Era el día de entrevistas para secretarias. Nunca había encontrado una que le dejara satisfecho, por lo tanto ninguna había durado en su puesto más de un mes.
Así que ese día despues de haber entrevistado ya a cinco aburrido y sin demasiado entusiasmo dejó que entrase la sexta.
Cuando Claudia entró, algo dentro de ambos hizo que permanecieran mirándose sin decir nada por unos minutos.
Miguel "volvió en si" como pudo y comenzó la entrevista. Desde ya que Claudia fue confirmada como secretaria.

Allí comenzó una historia de amor. Claudia y Miguel casi sin proponérselo se enamoraron en muy poco tiempo, casi sin darse cuenta se casaron y tuvieron 3 hijos. Siempre cuando tenían charlas en la noche, cuando ya los niños descansaban, se confesaban que era como si ya hubiesen estado juntos antes.
Tenían esa sensación intensa de amarse y saber que quizás en algún otro momento se hubiesen conocido.
Transcurrió la vida, llegó la vejéz y los dos partieron en su momento acompañado del amor del otro.
La última en partir fue Claudia corria el año 1999______________________________

Marianela había prometido a Joaquín que volverían a encontrarse, así lo hicieron.
el amor incocluso tuvo su final junto a Claudia y Miguel ...... quizás aún no haya terminado.....

En Un suspiro -microrelato-

El alma se le escapó en un suspiro, quizo atraparla más fue inútil. La encontró allá donde las almas viven en libertad...

Amor en mi

Si hay amor en mi, no voy a negarlo, por qué y para qué engañarme.
Si hay amor en mi, lo retendré por siempre callada y sin vehemencias.
Si hay amor en mi, allí habrá de estar jámás renegaré de el, por el contrario.
Si hay amor en mi, sabré cuidarlo, portegerlo de todo y de los vientos del olvido.
Si hay amor en mi, agradeceré, saber que amando puedo al fin encontrar mi verdad.

Comprender la Soledad

De pronto comprendes que muchas veces en la soledad, está la verdad. Vives la vida buscando compañía, amistad, amor y emociones y muchas veces solo encuetras deslealtad, desamor y abandono.

Es entonces cuando empiezas a buscar la soledad y ella sinque te des cuenta te brinda mucho más de lo que pueden darte tantos personajes que te rodean.
en la soledad, piensas, te encuentras a ti misma, programas tus deseos, aprendes cúal es menor compañía para ti. Aprendes a entender, a aceptar cuando no eres querida, a soportar cuando no eres deseada, a vivir de otra manera y a encontrar al fin la verdad que hasta ese instante te había sido quizás negada.

No me digan después quizás que no es bueno estar solo, cuando tienes vida interior plena no es malo para nada. Muchas veces nos pasamops hablando con gente, riéndonos saliendo juntos y estamos solos pues no son nuestro complemento. Decimos tengo amigos y en realidad solo tienes personas que pretenden serlo.

Por eso cuando valoras la soledad bien entendida, ella te va marcando el sendero de la verdad. Te hace encontrar al verdadero amigo, al verdadero amor, al verdadero vecino compañero de trabajo, a todos aquellos que por ti sí harían algo.

Y así en soledad aprendes la verdad de la vida. Un solo amigo pero leal, bueno, que jamás puedas dudar de el, un amor verdadero que te nutra y te ampare, un compañero que te ayude cuando lo necesitas , un vecino que te tienda su mano en el momento preciso. Allí está la verdad que solo la soledad contigo misma puede darte.

Ven soledad amiga, empápame con tu silencio, ayúdame a comprender lo que no puedo compreder, a amar sin doblegarme ante quizás la indiferencia, a ser mejor y así porder en definitiva vivir mejor en un mundo donde cada día comprendo menos a los que me rodean.

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EL HACEDOR DE SUEÑOS

Erase un lugar donde dice la leyenda se cumplían todos los sueños. Se caminaba, se atravezaba un bosque de altos y frondosos árboles y al final se veía una esplendorosa luz que casi obligaba a colocarse anteojos protectores, pues hacía cerrar los ojos
El caminante , entraba así a un lugar maravilloso, que ningún ser humano tenía la capacidad de explicar.
Arroyos frescos, lomas floridas, valles de cesped verde tan verde como jamás se viera. Allí en una casa casi de cuentos, tejas azules, paredes muy blancas puertas azules, vivía el hacedor de sueños. Era un anciano de larguísima barba, blanca y cuidada , terminada en una punta casi graciosa.

El hacedor de sueños, se sentaba a la puerta de su bella casita, y desde que amanecía atendía a todos los que llegaban a pedir que su sueño se hiciese realidad.
Por muchísimos años este anciano ya había hecho que muchos sueños se conviertieran en realidad y siempre le había sorprendido que la mayoría de los pedidos habían sido por cosas materiales, por poder, dinero posición social. su función no era denegar, si no otorgar, más su corazón sentía dolor por tamaños pedidos.

Por eso ese atardecer cuando una mujer de mediana edad, mirada triste y suave voz le pidió su sueño, el anciano sintió que su corazón latía de prisa y un sensación
de felicidad lo embargo.

La mujer sentándose a su lado le dijo simplemente que quería seguir amando al hombre que ya amaba, que solo le pedía poder estar alguna día a su lado, aunque solo fuese una vez.

El viejecito vió tanto amor en los ojos de la mujer, que preguntádole el nombre de su amado, le dijo suavemente
-Ve en paz mujer, que tu sueño se hará realidad.

Pasó el tiempo, el anciano un día vió llegar a la misma mujer con sus ojos brillantes de dicha, le tomó las manos y ledijo:
-Mi noble amigo, he conseguido la felicidad, el amor del ese hombre es mío, somos felices nada más pedí ni pediré, he conseguido tener su amor con eso basta hasta el fin de mis días. Diciendo esto le dejó, una fotografía donde se veia una pareja abrazada caminando por la playa, plena de amor.

el hacedor guardó la foto. Cuando ya cansado de tanta vida, dejó su don a a su único nieto, le contó la historia de esa mujer y le dijo , guarda esta foto querido nieto, es el únido deseo que concedí que me dio felicidad. Ojalá tú puedas tener muchos deseos como este.

el anciano murió en paz y su nieto siguió su enseñanza, más nunca concedió un sueño como el que esa mujer le pidió a su abuelo. Cada noche al acostarse miraba la fotografía,
y sonreia pensando en que el anciano había otorgado la felicidad a dos personas bellas...