A mi Vida

Hoy escribo una carta a la vida, si mi amigo el que las escribe siempre en su blog me lo permite . Debo decirte vida que poco puedo reprocharte, una niñez tranquila donde todo era bueno, desde los juegos, hasta ese gallinero en el "fondo del jardín" donde mis padres criaban gallinas. La alegría de ver nace pollitos era inmensa, acariciarlos darle el calor de mis manos me iba enseñando lo que era la ternura. La hamaca en el patio de lajas hamaca de dos asientos color roja, donde me hamacaba con mi querida abuela Catalina que venía a visitarnos desde su ciudad -Santa Fe- Pequeña muy blanca de ojos muy claros, turinesa, amó a la argentina se casó y parió 14 hijos de los cuales vivieron 9 , entre ellos mi amada madre. Hoy le cuento a la vida- si me permites querido amigo- que la niñez pasó y dejó paso a la juventud , no demasiado rebelde quizás debiera haberlo sido un poco más, con amigos que aún algunos conservo hace ya 40 años. Estudié, y me arrepiento vida de no haberle hecho caso a mi madre de aprender inglés, idioma que es hoy en el mundo el nexo entre todos los seres humanos. Eso se llama asignatura pendiente. Más hice muchas cosas, las máquinas siempre me atrajeron estudié la primera máquina I.B .M perforadora de tarjetas . Luego incursioné en el teatro, me sirvió muchísimo pues mi timidez me impedía muchas cosas. Supe lo que eran las "tablas" el espiar detrás del telón como la gente iba llegando, el sentir el palpitar del corazón cuando éste se levantaba. Tú vida, seguiste el curso que debías, conocí al hombre con el cual me casaría y tendría tres hermosos hijos. Trabajé en un banco durante 5 años siempre con máquinas, las conocía eran mis amigas. Al nacer mi primer hijos preferí ser mamá a tener que dejarlo en manos extrañas- jamás me arrepentiré de ello,. jamás- los tres tuvieron a su mamá siempre con ellos. aún los tengo a los dos mayores, señal que siempre se han sentido muy bien! Hoy vida te digo que te he vivido dignamente, que quizás si volviera a nacer algunas cosas cambiaría, pero ya no se puede, así que mi querida amiga, seguiremos así hasta que un día decidas dejarme partir a hamacarme en esa hamaca roja con mi abuela Catalina, a ver a los pollitos a mis padres y a todos los que de una forma u otra ha sido parte de mi! Vida estoy en paz contigo...