Caminó una noche de otoño por el parque rendido al silencio. En grava de rojo martirio dejó huellas de pasos perdidos. Mientras iba mirando los árboles que desnudos miraban su paso, recordaba los días aquellos, en que todo era bello y brillaba.
Entonando canciones seguía por el parque contando ya estrellas, era el cielo oscuro y brillaban cual diamantes buscando algún dueño. Fue la luna, que entonces tan blanca, la cubrió con su manto divino, ella así se rindió a aquel embrujo y sintió que llegaba sin prisa hacia ella redonda y gigante para luego dormir en su seno...
Entonando canciones seguía por el parque contando ya estrellas, era el cielo oscuro y brillaban cual diamantes buscando algún dueño. Fue la luna, que entonces tan blanca, la cubrió con su manto divino, ella así se rindió a aquel embrujo y sintió que llegaba sin prisa hacia ella redonda y gigante para luego dormir en su seno...
Llego a tu casa Maria Susana seguirte como antes y dejarte un abrazo agradecido por haber dejado tu huella en mis versos, he estado mucho tiempo sin benir por aquí pero...querida amiga, nos vemos en facebook ¿no sabias que era yo? jaja, un beso grande
ResponderEliminarCarmen
Sii que lo sé!! pero el blog es algo hermoso que se perdió por facebook. Faceboock "tragó" con sus fauces a foros y blog. Un abrazo amiga claro que te veo, pero esto es diferente!!
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