sábado, 21 de abril de 2018

Reflexiones a medianoche

Es la vida un cuento que  por momentos parece interminable. De jóvenes vemos tan lejano el final que ni nos preocupamos, sin debe que ese final puede llegar a cualquier edad. Por ley de vida por supuesto a medida de  crecemos nos acercamos cada día a ese final del camino.
He recorrido un lago trecho, conocí el amor, la desesperanza, la alegría de ser madre, conocí un día que escribir me llenaba el alma de alegría y me descargaba mochilas muy pesadas. Aprendí sin duda que debemos siempre levantar el mentón mirar hacia adelante y arremeter contra molinos. Porque siempre llegará algo que nos dará la paz  deseada.
El mundo se revuelve en guerras, en duelos en debates en ladrones vestidos con trajes, otros que matan sin que les importe ya nada. Políticos que no  miden lo que pueden llegar a hacer a un pueblo. Más creo, que  aunque yo no lo vea, el día de la liberación llegará, el día en que todos aprendamos que somos hermanos, llegará, por eso a todos  a los millones y millones que ocupan el  mundo, démonos las manos virtuales, comprendamos que todos tenemos sangre roja, que toda ella corre por todo el mundo. Aprendamos a no juzgar y al que roba y  es poderoso no perdonarlo, que cumpla su condena. Para ello la justicia  deberá ser justicia, el amor , amor y la caridad deberá demostrarse.
Por un mundo unido, ruego, por la paz del mundo en guerra ruego, por la comprensión entre los seres humanos imploro!!

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