domingo, 4 de julio de 2010

EL HACEDOR DE SUEÑOS


Erase un lugar donde dice la leyenda se cumplían todos los sueños. Se caminaba, se atravezaba un bosque de altos y frondosos árboles y al final se veía una esplendorosa luz que casi obligaba a colocarse anteojos protectores, pues hacía cerrar los ojos
El caminante , entraba así a un lugar maravilloso, que ningún ser humano tenía la capacidad de explicar.
Arroyos frescos, lomas floridas, valles de cesped verde tan verde como jamás se viera. Allí en una casa casi de cuentos, tejas azules, paredes muy blancas puertas azules, vivía el hacedor de sueños. Era un anciano de larguísima barba, blanca y cuidada , terminada en una punta casi graciosa.

El hacedor de sueños, se sentaba a la puerta de su bella casita, y desde que amanecía atendía a todos los que llegaban a pedir que su sueño se hiciese realidad.
Por muchísimos años este anciano ya había hecho que muchos sueños se conviertieran en realidad y siempre le había sorprendido que la mayoría de los pedidos habían sido por cosas materiales, por poder, dinero posición social. su función no era denegar, si no otorgar, más su corazón sentía dolor por tamaños pedidos.

Por eso ese atardecer cuando una mujer de mediana edad, mirada triste y suave voz le pidió su sueño, el anciano sintió que su corazón latía de prisa y un sensación
de felicidad lo embargo.

La mujer sentándose a su lado le dijo simplemente que quería seguir amando al hombre que ya amaba, que solo le pedía poder estar alguna día a su lado, aunque solo fuese una vez.

El viejecito vió tanto amor en los ojos de la mujer, que preguntádole el nombre de su amado, le dijo suavemente
-Ve en paz mujer, que tu sueño se hará realidad.

Pasó el tiempo, el anciano un día vió llegar a la misma mujer con sus ojos brillantes de dicha, le tomó las manos y ledijo:
-Mi noble amigo, he conseguido la felicidad, el amor del ese hombre es mío, somos felices nada más pedí ni pediré, he conseguido tener su amor con eso basta hasta el fin de mis días. Diciendo esto le dejó, una fotografía donde se veia una pareja abrazada caminando por la playa, plena de amor.

el hacedor guardó la foto. Cuando ya cansado de tanta vida, dejó su don a a su único nieto, le contó la historia de esa mujer y le dijo , guarda esta foto querido nieto, es el únido deseo que concedí que me dio felicidad. Ojalá tú puedas tener muchos deseos como este.

el anciano murió en paz y su nieto siguió su enseñanza, más nunca concedió un sueño como el que esa mujer le pidió a su abuelo. Cada noche al acostarse miraba la fotografía,
y sonreia pensando en que el anciano había otorgado la felicidad a dos personas bellas...

3 comentarios:

  1. Me gustó tu blog! ¿por qué no envías algunos relatos a www.cuentosymas.com.ar
    Allí publican muchos cuentos breves!
    Saludos!

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  2. gracias no puedo comunicarme por ese tipo de mail , no sé ocmo hacerlo- lamento muchísimo, me encnataría! Gracias!

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puedes responder o no. . Mirando el mundo y las visitas veo que entran y leen si respondes seré agradecida, si no lo seré igual, pues sé que me has leído.

Muchas Gracias!