sábado, 1 de enero de 2011


Hoy contaré un cuento feliz, uno de esos cuentos que no tienen brujas ni malas madrastras. Un simple cuento donde desde el principio al fin, el amor triunfa sobre todo lo demás. Así comienza; Erase una vez en un lejano país un niño muy pequeño que junto a sus padres viajó lejos de su tierra. el niño creció en la nueva tierra feliz, es que siendo tan pequeño poco recordaba su patria de origen, pues donde vivía ahora era su hogar. Creció supo de juegos de pelotas, de amigos en la calle, se hizo un joven con sueños mucho sueños y rebeldías. Amó y se casó en esa patria que lo acogió, más un día cuando en ese país no existía estabilidad, y todo se derrumbaba el joven ya casado y con una hija volvió a su tierra, a esa que lo vio nacer. allí comenzó otra parte de la historia, allí comenzó a mamar lo que quizás sus padres le habían contado, pero... ese joven no olvidaba su segunda patria. Jamás podría olvidarla. Esa es la realidad...... AHORA COMIENZA EL CUENTO. Un día en su país de origen los problemas se sumaban día a día y ese hombre maduro se dijo ¿por qué no?, si alguna vez me fui porque no volver. Y volvió a recorrer las calles de su infancia- cambiadas- pero las mismas y sintió que su corazón se alegraba que en definitiva el pertenecía a ese lugar, donde vivió gran parte de su vida. Allí sabía que alguien lo amaba y lo esperaba. Conoció ese amor y lo hizo feliz, pues hacía demasiado tiempo que no lo era. El amor se había hecho realidad, el amor había triunfado por una mujer que supo esperar y dar sin pretender. Y como les dije, parte es real y lo otro.... LO OTRO.... es solo un cuento que alguien guarda celosamente en su corazón y que se duerme abrazada a un nombre que nunca podrá olvidar.

4 comentarios:

  1. Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica
    pase de largo.

    ¡¡Feliz año 2011!!

    Un abrazo.

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  2. He leído tu cuento y vine, además, a agradecerte el hermoso comentario que me dejaste. Por supuesto que ya somos amigoas.

    Y bueno, la añoranza de lo vivido siempre nos hace volver la mirada atrás y no sólo la mirada, sino que volvemos si podemos por ese recuerdo que nos ata.

    Un abrazo muy fuerte,

    Andri

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puedes responder o no. . Mirando el mundo y las visitas veo que entran y leen si respondes seré agradecida, si no lo seré igual, pues sé que me has leído.

Muchas Gracias!