DESDE MI CAJA DE ZAPATOS III (último viaje)

Es la tercera caja de zapatos, vuelvo a salir, en prosa nadie llega, todo es soledad y tristeza, casi como el jardín de Matilde que malas vecinas lo depredaron.
Salgo despacio, crujen mis huesos, me estiro salgo, dejo mi cuerpo descansando en la caja semi fuera de ella,
El alma vuelve a retomar su vuelo, hoy quiero dirigirme hacia un lugar, no diré el nombre,lo reservo, es un secreto ... a voces...
Es oscura la noche, debajo veo el océano encrespado alguna luz de algún barco, está lejos se va perdiendo, ya no la veo.
Por entre nubes la luna asoma ¡me ha sonreído!!, es que ya sabe cual es mi rumbo se van las nubes la luna brilla redonda blanca, ya me acompaña. Llego muy rápido el tiempo en almas es tan cortito, que estoy ya dentro de ese lugar.
Todo es silencio duermen las almas, me acerco leve duerme y hasta ronca , es de esperar, más no interesa duerme pausado soplo su pelo que se despeina un poco más. Tan abrigado que ni le cabe una manta más. Solo en la cama, nadie a su lado está abrazado a una almohada
como si fuera a una deidad. me quedo quieta muy cerca suyo, habla dormido, murmura cosas, se mueve inquieto , golpea la cama con sus dos manos. Está soñando, algo está mal.
¡Caramba , se ha despertado! mira hacia un lado, allí estoy yo, más soy un alma no puede verme, pero por qué mira tan fijo ,¿ quizás presiente?
Espero, atenta no quiero desplegar ninguna luz. se levanta , ¡que bien lo veo! está mejor, se arregla el pelo, va a la ventana mira , se vuelve
y de repente , pronuncia un nombre no entiendo bien, se va acercando
toca el vació ,¡ más me ha tocado! luz ya despido, entonces si escucho claro, hola querida , hola  , hoy te he soñando hoy te he buscado, y estás aquí.
Vuelve a su cama y besa el aire, toma la  almohada vuelve a a abrazarla, dice mi nombre en un murmullo. vuelve a soñar.
ya me estoy yendo vuelvo a mi cuerpo, entro en la caja pero feliz.
Dijo mi nombre aunque dormido, casi sonámbulo me percibió. viaje fantástico ; que alma errante, pero que bello es haberlo visto, ¡como se ama !¡como se ama! solo lo saben mi alma ..y yo.

DESDE MI CAJA DE ZAPATOS II

Salí un momento de mi caja de zapatos, me enderecé, estiré mis brazos y mis piernas, para recorrer un poco el alma de las personas.
Me hice intangible y penetré en varias almas, en algunas la bruma no me dejaba ver nada, vi lujuria, envidia celos, salí de allí lo más pronto que pude, seguí el viaje hacia otras almas. Encontré almas simples, sin nada que pudiera corromperlas dada su simpleza y me sentí feliz de estar en ellas. Pasé por almas abrumadas por el dolor, que no podían salir de él, almas sin vida casi, almas errantes buscando su destino.
Hasta que llegué al alma de un niño pequeñito, un niño que había nacido ciego, nunca vi una alma más maravillosa. La luz en ella era blanca y diáfana, irradiaba la luz hacia todo el cuerpecito del pequeño que a pesar de no ver, ayudado por su madre, tocaba el tronco de los árboles, las hojas, olía le perfume de las flores y una sonrisa radiante emanaba de sus labios. El alma de ese niño era clauca maravillosa, entonces me di cuenta, que en la inocencia el alma de lo más bello, que no importan las carencias que tengas si en tu alma albergas la inocencia del niño, o la del anciano que ya ha vivido todo y nada quiere. Regresé a mi caja de zapatos, me hice pequeña respiré hondo y la caja se iluminó de pronto, es que me había traído parte de la luz infinita del alma de un niño que sin ver podía sonreír y vivir plenamente.

DESDE MICAJA DE ZAPATOS I

Quiero estar en una caja de zapatos, pequeñita, por momentos saldré de ella y escribiré mis versos.
Me quedaré explicando, las cosas que mi alma me vaya dictado, de amores estoy plena, escribiré de amores, escribiré de flores, de aquellas golondrinas, escribiré de todo lo que me llena el cuerpo de los recuerdos bellos, de los que no lo fueron.

Estoy en el momento de ver las cosas justas, de saber lo que puedo, lo que me hace ya falta. El oxígeno puro que alimenta mis días.
La paz debe lograrse, de apoco lentamente, en soledad autista quizás, hasta hallar el camino del equilibrio justo, de la justa medida.
A ti amor, no te salvas de mis prosa ni versos te digo, serás parte importante de mi vida hasta el fin, sé que algo supremo decidió que te amara, pues entonces ese cielo que mires también lo miraré. Seré remanso aunque no lo precises, rezaré por tu alma aunque digas no creer. Todo será por ti , algún día quizás... no he de saberlo , tal vez puedas decir, alguien me quiso bien.