ESTAS

Estás en la canción que escucho,
sueño mío, sereno, irrevocable
estás en mis pesares, en mis
duelos diarios, en mis cantares.
Eres la fruta que degusto,
el alma que encuentro, me ayudas
a recorrer los ámbitos cerrados
de la incertidumbre, eres amor,
lo digno de mi vida, eres mi  sed
saciada en cada verso.
Estás, como siempre, como
hace siglos ya, marcando
mi camino, recorriendo mi cuesta,
recíbeme en tus brazos,
que  tanto necesito, nademos
en el mar de las oportunidades,
hasta que un día, podamos
fundirnos al fin, en el fuego
ancestral de esa pasión
que llega y  que  está
en dos corazones, que
buscan  libertad...