sábado, 22 de octubre de 2011


El amanecer lo despertaba con un rayo de luz y el canto de la calandria. La noche lo acunaba con el murmullo de las aguas del arroyo que pasaba muy cerca. vivió feliz con lo que la naturaleza le dio, nunca ambicionó ni poder ni dinero. Fue amado, respetado y llorado. En una noche de estrellas y de luna brillante partió junto a quien lo esperaba para darle su mano y su paz.

2 comentarios:

puedes responder o no. . Mirando el mundo y las visitas veo que entran y leen si respondes seré agradecida, si no lo seré igual, pues sé que me has leído.

Muchas Gracias!