En una noche, en que se mezclan recuerdos,
desilusión y esa desazón que asemeja a una inmensa fosa que atrapa,
quisiera contar un cuento bello, con un final feliz, donde todo es
hermoso , donde la dicha fluye del manantial de la vida. Quisiera decir
que todo lo que soñamos se da, que nada impide ser feliz, que fluyen
sensaciones y placeres a discreción.
Un cuento pleno de campos verdes, flores multicolores, cielos azules aroma de jazmines que inundan el alma.
Más
no tengo ese cuento, lo he buscado, por tantas bibliotecas, he
preguntado al río si lo lleva en su cauce , me llegué a la montaña la
escalé , más allí no estaba. Entonces me tendí mirando la inmensidad
ante mi,
vi el águila volar como planeando, me llegó un perfume
especial de la propia montaña, así casi sin darme cuenta... encontré el
cuento, lo guardé en mi alma para cuando ella cure de sus males pueda
lanzar al espacio y lleguen estrellas que iluminen y ángeles que lo
lleven , yo ya no lo querré, lo escribiré para otros, ya no para mi. Mi
época de cuentos acabó llegará otra quizás...........
En el espejo inmenso donde el mundo se mira, verá miles de cosas que componen la vida.
Esa vida que lleva a sentimientos varios, a sensaciones tales que nos unen a todos en la misma porfía.
En
ese inmenso espejo veremos la miseria la del hambre y la otra, la del
corazón duro , la que nunca da nada, la que mira sin ver y nunca da
caricias , tan solo la promesa de que quizás pueda darlas un día.
Mundo
donde las cosas se vuelven cada día casi oscuras por momentos, debemos
ser nosotros los que podamos darle algo de luz al día.
Mundo que va
enfrentado con la bondad, caridad y dulzura. Duro de sentimientos ,
pisoteando esperanzas, ya no le cabe nada, crisis, gente que poco tiene
y nada cambiará ya su existencia, codicia, destrucción , todo vale y en
el inmenso espejo el mundo no se espanta solo mira su marcha y espera
el desenlace.
Desde mi lugar digo , que pondré de mi todo, para saber
que puedo sacar lo malo fuera, para llenarme toda de lo mejor, lo bueno
lo que nunca haga daño. Jamás seré perfecta, en el humano nunca la
perfección existe, pero si pongo una semilla crecerá alguna rosa,
quizás en un desierto , allí estaré logrando, la mejor de las cosas.
Cuando siempre se da, siempre y solo se ve la
indiferencia, es mejor dar vuelta las páginas del libro de la vida, para
no quedarte encerrada en ellas llena de soledad.
