El hombre de las sombras

Conozco un hombre que vivió en la sombras, en la sombras de una niñez de hambre, un conventillo lo cobijó y eso le fue formando sombras en sus ojos. Fue mejorando todo, poco a poco, más lo que se lleva dentro de pequeño es difícil sacarlo , muy difícil. Su juventud fue áspera, recorrió los lugares de su tierra, solo con esa sombra que llevaba, vio muchos morir , eran amigos y la sombra siguió revoloteando. Cambió su vida, desarraigo perpetuo, dejar lo que se ha amado y de repente estar en otra parte en otro mundo, en otra dimensión y en otra vida. La sombra nunca lo abandonó seguramente, siempre allí entre sus ojos marcados por surcos oscuros e insondables. Creció hasta donde pudo, quiso ser más pero nunca dejó de ser bohemio y quizás eso le impidió seguir su rumbo hacia la cima. Lleno de ilusiones, ha peleado a la vida, ha visto cerca la marca de la muerte, la ha vencido, pero eso también deja su sombra, siempre en sus ojos, siempre. Hoy las sombras aún no lo han dejado, aún habrá de tenerlas, pues es el alma la que las lleva dentro. Y todo como dije, está en sus ojos, esos ojos que dicen de destierros, de amores imposibles de luchas y temores. Conozco un hombre que vivió en las sombras, que vive aún entre ellas, que renace y decae , que se levanta y anda pero en sus ojos de cavernas hundidas allí, allí anidan las sombras......